Quisiera quedarme así, viendo algo ordinario....
Desenfocado, con la mirada perdida.... Viendo nada, viéndolo todo.
Quisiera tener vista fotográfica, para estar allí; así paralizado, observando normalmente lo que pareciera de otra dimensión, de otro mundo ajeno, distante, y lejano... .
Quisiera mantenerme divagando, dejando fluir lo que ahora domina en mi ser, dejarme llevar con mis pensamientos involuntarios haciéndole un método de relajación a mi conciencia.
El ocaso lanza pinceladas de colores al firmamento ya desvanecido por la hora de esta tarde. La calle donde me crié luce distinta, de una manera especial. Mis ojos al hacer contacto con tal fenómeno brillan entrecerrados por la luz que irradia los rayos ultravioleta ahora más suaves y llenos de sentimentalismo.
¿Cómo se me ocurren tantas cosas?
Simplemente no lo sé,  solo sucede, como si nada, como si todo. Un don, una bendición, algo natural que me invade y no deja vivir con tranquilidad, pero sirviendo como crecimiento mental. Tremenda manía de observar el mundo en vez de lanzarme a vivir tal cual pasajero viaje prestado místicamente.
A veces, convencido que tengo lo suficiente, siempre se vuelve relevante lo faltante; eso que no sé,  lo que no podría ver, oír ni explicar, vaya condena que me ha tocado, pero con disposición a sacarle el mejor provecho. Avanzare siempre absorto en la imaginación que evoluciona al conocer a alguien,  al ir de un lado a otro.
Malgastando el tiempo en algo especial.
Quisiera…. Quisiera mantenerme con la vista perdida…. Perdida, como la razón por la cual sigue su busqueda sin muchos fundamentos. Como el horizonte en estos momentos.
    Perdida como vos, perdido como yo buscandote.
    Perdida como la noción del tiempo, como mi conciencia, como mis ojos desconectados de todo lo demás.
    Quisiera…. Como quisiera… ¡Oh corazón!...
    Dejar de perder.