Y aún recuerdo esa primera vez que nos vimos, era un martes, la tarde había llegado, acompañada de unas gotas de lluvia. Cuando nos vimos, la verdad no pasó nada especial, de hecho fue mucho tiempo después que todo esto empezó, tal vez porque en ese momento me gustaba otra persona o al menos yo lo creía así .Pasaron los meses, exactamente dos, cuando me escribiste por primera vez, tal vez por insistencia de tu mejor amigo, que en ese momento también era amigo mío y para ser justos, fue el quién nos metió al uno en la cabeza del otro y a veces no se si debo agradecerle o matarle por eso. Porque para bien o para mal, fue por el que nuestras vidas cambiaron o al menos la mía si. Porque tu y yo, dos personas con realidades totalmente diferentes, que para ser realistas jamás en la vida se hubieran cruzado ni de casualidad. Yo, una niña que desde que nació, hizo y deshizo en su casa por ser la más chica, una niña que gracias al trabajo de sus padres nunca le faltó nada, una niña como tu la llamabas, caprichosa, manipuladora, egoísta, berrinchuda y todo los adjetivos que le puedas aumentar pero con un corazón lleno de amor para dar, con un corazón tan inocente, porque desde chiquitita me enseñaron a verle siempre el lado bueno a las personas, a aceptarlas como son y sobre todo a respetarlas y creo que por eso nunca le vi malicia a la gente y soy muy confiada o lo era hasta que llegaste tú, un nene que desde chico la peleó duro, que todo lo que tiene es producto de su esfuerzo y trabajo, que cuando tenía 11 años perdió a su padre y por ende tuvo que asumir una responsabilidad que no le correspondía pero por ser el único hombre de la casa le tocó. Un chico que creció inmerso en la desconfianza, un chico duro de carácter, un chico con miedo a querer. Sin duda dos mundos completamente distintos, que en el momento en el que se encontraran era obvio que iban a colisionar. Tal y como pasó, dejando dos mundo quebrantados pero con un poco del otro en su interior. Ya ha pasado un tiempo desde que te fuiste, desde el último mensaje que mandaste diciendome "ya no más", "eres un simple capricho para mi" "no te quiero" "es tu problema lo que sientas" y también desde la última vez que te lloré como si el mundo se estuviera acabando y de hecho en ese momento así era para mi. Mi mundo "perfecto" se desmoronaba a pedazo y yo no podía hacer nada, me sentía impotente, traicionada y sobre todo engañada. Te odie tanto, que me daba miedo, por primera vez sentía lo que era odiar a una persona y no me gustaba sentir eso pero no lo podía evitar. Pero con el paso del tiempo, siento que poco a poco me he ido curando de ti, porque aprendí que es un proceso, conjuntamente con esa frase que siempre nos dicen "todo pasa por algo" y ahora entiendo que si, todo y me refiero a TODO pasa por algo. Y tu tenías que llegar a mi vida a enseñarme que no todo lo que quiera lo voy a tener y que no todas las personas tienen buenas intenciones, también que está bien desconfiar, eso no nos hace malas personas y sobre todo que debemos sacar de nuestras vidas todo eso que nos haga mal, nos limite y no nos permita crecer. Y por eso ahora te doy las GRACIAS, por haberme ayudado a entender todo eso. Porque ahora soy mejor persona debido a que llegaste a mi vida. Pensé que esa rabia que te tenía me iba a durar toda la vida, pero no, la rabia desapareció, como va desapareciendo poco a poco ese amor tan grande que te tengo, y digo tengo porque aún queda algo dentro de mi corazón, pero se que se va a ir desvaneciendo como tu recuerdo.