Mientras más trato de olvidarte, más vienes a mi mente, esto parece un vicio eterno, donde sólo yo quedé enganchada. A veces me pregunto si en algún momento piensas en mi, en nosotros, en lo que fuimos, en lo que pudimos ser, en todas esas promesas que quedaron en el aire, como el humo de un cigarrillo consumiendose de a poco .Me pregunto si todo fue tan fácil como lo muestras, si eres tan feliz como lo publicas y quisiera ser más como tú, así sin remordimientos. Pero no, no puedo, no me sale o simplemente no quiero, porque aún en alguna parte de mi corazón se guarda una mínima esperanza de recibir un mensaje tuyo, con un simple "te extraño", tal vez por eso aún no te suelto, sin darme cuenta que la única que se hace daño acá soy yo, esperando algo que no pasará, esperando a alguien que no quiso quedarse y por ende no quiere volver. Y una parte de mi esta demasiado consciente de eso y entiende que hay personas a las que es mejor dejarlas ir pero la otra parte, es más terca, es esa parte que le pone toda la fe a esas cosas imposibles, ha eso que está perdido porque simplemente aún cree. Cree que todo puede cambiar, cree que el amor es la respuesta, cree en las personas, cree en que todos tenemos derecho a equivocarnos, cree que TU volverás y con tu sonrisa compradora lo arreglarás todo. Porque así eres tú, que piensa que después de joder todo, puede volver y decir "perdón, me equivoque, pero fue porque tenía mil problemas en la cabeza" y con eso todo estará bien. Porque por seis meses estuviste haciendome la cabeza con esa frasesita que siendo sincera aún ahora si me la dijeras te la creyera. Y a veces me pregunto ¿quién es el problema acá, si tú, por no ser sincero y decir lo que en verdad pasaba o yo por creerte cualquier cosa con tal de que no te fueras? Y ya han pasado dos meses desde que decidiste irte como llegaste, sin avisar y sigo sin tener respuesta a esa pregunta.