imaginad a un@ chic@ en su habitación, tumbad@ en su cama, agarrando una almohada, con ojos hinchados, y pidiendo a llantos silenciosos, volver a ver a alguien que.... se ha ido y puede estar en cualquier parte, muchos lo llaman el cielo, otros no le ponen nombre, algunos niños creen que, simplemente es el lugar a donde se van las personas que no volverás a ver jamas, pues realmente nadie sabe su nombre, pero ya todos sabemos de que les hablo, pues; est@ chic@ recuerda cada momento que vivió con algún amigo, algún familiar o alguien que aunque no este, se recuerda a cada instante, a cada momento, por que nadie olvida a personas que fueron importantes para uno, a lo mejor puede que esa persona este justo en este momento sentada al lado tuyo, recogiéndote en sus brazos sin importar que no sentimos nada.

Pues si, aunque a cada instante, se te viene a la mente todos esos recuerdos, que hacen que se te llenen lo ojos de lagrimas, que parecen como tanques vacíos que a medida que pasan recuerdos se van llenando, y cuando no pueden mas, sale de a gotas pequeñas, que llamamos lagrimas, se resbalan por tu mejilla, hasta que para aquel chic@ llegan a la cama.

Cuando perdemos a alguien se nos hace un dolor tan grande, como si se nos abriese una grieta en el alma, como si sintiéramos que poco a poco la herida se va abriendo, con solo ver las fotos que guardamos con esa persona en una caja debajo de la cama, o en un porta retratos, porque no sabes en que momento ocurre, en que momento ya no estas al lado de tu amig@, tu familia.etc .

Sentimos, que estuviésemos a la orilla de un abismo, pero no como un suicidio, sino como el abismo donde nos sentamos a charlar con esas personas por medio de los recuerdos.