Lush, compañía internacional de cosméticos frescos y libres de crueldad hechos a mano, ha anunciado que abandona Facebook, Instagram, Snapchat, WhatsApp y TikTok “hasta que estas plataformas puedan ser un entorno más seguro para quienes las utilizan”.



La empresa británica compara el daño de estas plataformas con la pasividad con la que durante muchos años se han tratado los problemas del medioambiente: “De la misma manera que la evidencia sobre el cambio climático fue ignorada y menospreciada durante décadas, las preocupaciones sobre los graves efectos de las redes sociales apenas son reconocidas”.


 



“Ya hemos intentado dejar las redes sociales, pero nos ha podido el miedo a perdernos algo, a quedarnos atrás, y hemos vuelto .
[...] Así que aquí estamos de nuevo, tratando de dejarlo todo de golpe. Esta vez, nuestra decisión tiene mucho que ver con la información que ha visto la luz hace poco sobre los daños a los que exponen los algoritmos actuales a las personas más jóvenes, así como la falta de regulaciones legales de estas plataformas”, informa la compañía.




En declaraciones a 20BITS, desde la compañía reconocen que como marca les “encanta” estar en estas plataformas y son “tan adictos como cualquier otra persona”. Sin embargo, aseveran, “está claro que algo debe cambiar, las redes sociales están causando daños a la salud mental de los jóvenes y creando problemas sociales”.


Si bien una opción sería “esperar a que hagan cambios”, las filtraciones recientes de los Facebook Papers sobre sus propias reuniones internas demuestran que desde la compañía de Mark Zuckerberg no tienen “ningún deseo de cambiar las cosas”. “Así que no podemos esperar por ellos. Sentimos la obligación de tomar nuestras propias medidas para proteger a las personas del daño y la manipulación que puedan experimentar al intentar conectarse con Lush en las redes sociales”, concluyen.


 


Jack Constantine, CDO e inventor de productos de Lush, afirma que “las redes sociales ahora están diseñadas para mantener a las personas enganchadas durante el mayor tiempo posible, con algoritmos creados para evitar que desconecten y se relajen”, por lo tanto, prosigue, son “todo lo contrario” a la filosofía de la empresa y al objetivo de todos sus productos en general.


Lush reconoce los posibles efectos negativos de la decisión. De hecho, Jack Constantine admite que “no se puede negar que existe un riesgo comercial”, pero destaca que se está “dando prioridad a las personas sobre las ganancias”. “Sabemos que perderemos clientes, engagement y visibilidad, pero también es emocionante, ya que cuando se elimina la dependencia de esas plataformas, te obliga a ser creativo”, comenta.


Mark Constantine, cofundador, CEO e inventor de productos, estima que la empresa podría perder 10 millones de libras esterlinas a corto plazo. A libra por seguidor, ya que la compañía actualmente cuenta con 10 millones de fans en estas plataformas. No obstante, señalan, las ventas directas de Lush desde las redes sociales representan solo el 0,5% de las ventas totales.


“Tenemos diez millones de seguidores en nuestras redes sociales con los que no podremos comunicarnos como hasta ahora. Es un desafío emocionante descubrir cómo interactuar con ellos de otras formas y sabemos que no sucederá de la noche a la mañana”. 



Así, en palabras de Jack Constantine, en lugar de centrar sus esfuerzos en estas plataformas se dedicarán a su web y a la creación de contenido. “Vamos a crear una estrategia para YouTube basada en actualizaciones y noticias diarias, y también vamos a experimentar en otras plataformas digitales como Reddit. Hay muchos otros lugares donde la comunidad está comunicándose lejos de los canales dominantes”, matiza el CDO de Lush.


Además, asegura que seguirán trabajando mediante otras herramientas que ya utilizaban, como las newsletters, los escaparates físicos, el catálogo impreso Lush Times y canales como LinkedInTwitter o Pinterest.


La compañía toma sus propias medidas para La compañía toma sus propias medidas para "proteger a las personas del daño y la manipulación" de las redes. Lush

No se trata de un 'apagón'


Es importante enfatizar que esto no es un apagón total de las redes sociales”, destacan desde la compañía. Lush conservará sus perfiles y cuentas para “proteger la marca y evitar que otros puedan usurpar su identidad”, simplemente no publicará ni responderá mensajes de forma activa en los canales mencionados. “Estaremos vigilando esas plataformas más que nunca”, dice Jack Constantine.


Asimismo, aseguran que “si hay cambios satisfactorios en estas plataformas de redes sociales” volverán a ellas. Pero para ello necesitan “verlos alejarse de los algoritmos adictivos que usan y seguir los consejos de su propia investigación”.


Esta no es la primera vez



Coca-cola, Pepsi, Starbucks, Unilever, Diageo, Levi Strauss, The North Face, Patagonia, Verizon... son solo algunos de los grandes nombres que durante el verano de 2020 anunciaron que dejarían de realizar publicidad en Facebook y otras redes sociales. ¿El motivo? Los anunciantes no querían trabajar con compañías que fomentan -o permiten- el discurso de odio y que no controlan suficientemente los contenidos antirracistas, homófobos o la desinformación.


A principios de este año, los equipos deportivos británicos, los atletas, los organismos deportivos y los principales patrocinadores como Adidas, Barclays y Budweiser rechazaron temporalmente Facebook e Instagram por no gestionar el abuso racista y sexista.


La propia marca Lush dejó de publicar en Instagram y Facebook en 2019 debido a la creciente preocupación por el control que tenían estas grandes plataformas sobre cuántas personas ven lo que se publica y cómo interactúan con ello. “Esta interacción se controla únicamente para obtener ganancias para ellos mismos, y nos preocupaba la idea de que una de las principales vías de comunicación con nuestros clientes pudiera ser regulada por un tercero”, aseguran. Debido a la crisis sanitaria mundial y al auge en el uso de Internet para mantenernos conectados, la empresa británica volvió a hacer “un uso limitado de los canales”.


¿Le seguirán otras marcas?



En mayo de este año, Buzzfeed informó de que Starbucks “estaba listo para deshacerse de la plataforma para siempre” debido a las frustraciones de que cada vez que publica sobre problemas raciales y sociales se enfrenta a un aluvión de discursos de odio.


Starbucks aún no ha confirmado su curso de acción, pero reiteró que está “en contra del discurso de odio” y cree que “se puede hacer más para crear comunidades online acogedoras e inclusivas” en una declaración a Buzzfeed.


No obstante, los efectos de estos boicots son cuestionables. Las amenazas de recortes publicitarios hicieron poco para contrarrestar los crecientes ingresos publicitarios de Facebook, que alcanzaron aproximadamente 86.000 millones de dólares en 2020, un aumento del 22% con respecto a 2019.


“No basta con que las empresas dejen de colocar publicidad pagada. Las personas y su tiempo son la moneda de cambio en estos canales y no queremos que nuestro contenido sea utilizado por algoritmos diseñados para mantener enganchadas a las personas a sus canales”, concluyen desde Lush sobre los efectos de los boicots publicitarios.