No recuerdo la última vez que soñé, fue díficil el ayer como incierto es el futuro. Fui preso del lado oscuro, de vagas tentaciones, jamás sentí reproche, aún sabiendo que no era sano .

De vicios fui rodeado, cayendo en tentaciones, del error aprendí, hoy vivo sin temores. Pasarán generaciones antes de volver a caer, una piedra fue suficiente para marcarme la piel. Hoy estoy a tu merced, sin eco en la voz, tal vez no me haz de creer, pero te hablo de amor. Las noches son propicias, para tus ojos alabar, estoy en una cueva donde no encuentro el final. Las luz de tu mirada me han de guiar, el sabor de tus labios me harán olvidar. Son tus manos suaves, fuerte es tu respirar, se acerca la mañana, aún no te puedo tocar. Digo cosas sin sentido, esto es nuevo para mí, quiero siempre estar contigo, que nada me aparte de ti. La distancia de nuestros cuerpos, hace crecer mis sentimientos y aunque no pueda soñar, pensar en ti, le gana al tiempo. Se está acercando el invierno, se ve el frío llegar, a las aves emigrar, pronto los copos de nieve la casa cubrirán. Cada mañana preparo el desayuno para dos, imaginando que esperas en la habitación. Dónde estás? No te puedo encontrar, sé que tú si sueñas, que me deseas besar, deja en un mensaje tu nombre, tendré por dónde empezar. La fe de tenerte a mi lado no me abandonará, necesito tu contacto,  que sepas no estás sola. Te tomaré en mis brazos tal cual  imaginaste, sin ataduras, sin prejuicios como nadie a hecho antes. Déjame conquistarte, una rosa regalarte, cada día un poema dedicarte, deja ser tu guardián, tu mejor amigo, tu más fiel amante. Quizá no pueda soñar, pero no dejo de buscarte.