En esta madrugada he decidido responder a aquel fugaz recuerdo del tiempo en que estuvimos juntos, todo en aquella época parecia tan seguro, estable, me sentía protegida a tu lado, con muchos planes por delante, con la ilusión de formar una familia y cosas que el estado de enamoramiento te hacen prometer y a la vez soñar con ellos.

Hoy no queda rastro de ello, aún no logro comprender en qué momento se perdió nuestra conexión, todo pasó muy de prisa y pude reaccionar cuando la esencia de aquel amor se había consumido, aquella noche de verano en que te vi por última vez, me sorprendió cuanto habías cambiado y en mi intento fallido de buscarle una solución a nuestros problemas, comprendí que ya era demasiado tarde, se había perdido la chispa que nos caracterizaba, en tu mirada solo encontré rastros de indiferencia. Tus excusas fueron escudarte en mis defectos, pero cariño ¿ Acaso tú estás libre de ellos? , Solo que a diferencia tuya, yo acepté convivir con ellos, porque si de algo se trata el amor también es de aceptarte como eres , sin buscar cambiar tu esencia, sino ¿que sentido tendría?.

Pero mi intención no es culparte, porque soy consciente de que colabore para que nuestra relación terminará en fracaso, solo decirte que de esta experiencia aprendi que los opuestos no siempre se atraen, también se terminan destruyendo, porque así fue como me sentí en aquel instante en que tu mirada dolía más que mil puñales y tú indiferencia, tu maldita indiferencia disolvia cada una de las experiencias vividas y así que pensé en arrancarte de mi vida, huir de tu recuerdo, pero es muy díficil poder sobrevivir a ellos, cuando tu esencia estaba impregnada por todos los rincones que vivimos, sobretodo es díficil cuando te resistes a dejarlos atrás, porque fue en ese preciso momento cuando comprendí que te amaba más de lo que creía.

Ese sentimiento solo dificultó el proceso de olvidarte, ahí pude comprender esa frase muy sonada "uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde", para luego terminar comprendiendo que uno no abandona algo que ama, así que cuando tuve el valor de rescatarme a mí misma, decidí continuar con mi vida y salir de ese estado de abandono en el que me encontraba.

Hoy estás en mi mente como un agradable recuerdo, con altos y bajos, pero jamás te otorgaría el 100% de culpa, ¿Que si se podía evitar? Claro que sí, pero hoy ya no tiene sentido hablar de ello, sin embargo aprender de aquellos errores que muchas parejas suelen cometer, pero pocos saben sobrellevarlos.