Hace poco tuve que ir a la prisión de mi ciudad para realizar un trabajo de investigación, nunca había ido pero sí conozco personas que habían ido y que a pesar del imaginario social, decían que no era tan horrible y que en realidad nada era como se veía en las películas. Yo ya había entrado una vez a una correcional de jóvenes por el mismo motivo, pero ahí fue mi primer acercamiento a ver como era la realidad bajo el sistema judicial colombiano y porqué estas prácticas en su mayoría no sirven para hacer que las personas cambien.
Bien es saido que en las carceles la seguridad es absoluta, pero en el caso de Colombia han habido escandalos de que los oficiales de las carceles eran los mismos que entraban teléfonos y alcohol para los presidiarios, pero las requisas que se realizan a los visitantes sí son extenuantes para preveer cualquier tipo de arma o forma de comunicación con el mundo exterior.
A pesar de todo esto, de lo incomodo que es ir con cierta ropa para que no haya problemas, de las largas filas o de lo complejo que es entrar ahí sabiendo que están personas que han cometido crímenes atroces, las personas no son tan malas como parece e incluso los tipos buenos terminan siendo los malos en ocasiones .En mi experiencia, las celdas son muy pequeñas y no hay uniformes pero los hombres tratan de hacer su mejor esfuerzo para poder coexistir entre ellos, a pesar que conviven con pacientes psiquiatrícos, y la verdad es que morir por una infección, por que te asesine un paciente psiquiatrico que está con problemas para distinguir la realidad o que simplemente te golpeen los del ESMAD porque dijiste algo que no les gustó.
Son muy pocas las personas que se preocupan por cambiar, que buscan la manera de mantenerse cuerdos a pesar de ver la misma rutina todos los días, son muy pocos los que trazan un plan para cambiar y trabajan para salir como unos nuevos seres humanos, pero decir que todos son malos y que los criminales merecen morir es una afirmación para ser analizada.
Las personas siempre solemos críticar y pensar que todo es blanco o negro, no entendemos que hay casos donde la escala de grises es tan amplia que no se puede ser tan radical. A fin de cuentas, todos hemos cometido errores alguna vez y a pesar que no todos hemos estado en las mismas condiciones, sí hemos tomado mejores decisiones o simplemente no hemos pasado por las mismas necesidades. No digo que esté bien cometer delitos o hacer actos ilegales, pero sí digo que hay que tener en cuenta todo lo que pasa una persona antes de juzgarla, somos felices hablando por habalr sin preocuparnos en conocer a los demás y ver su realidad.
